Cinco cosas que debes saber sobre la Primera Guerra Mundial
En vista de conmemorar los acontecimientos de la Primera Guerra Mundial, le preparamos un artículo en el que resaltamos algunos hechos notables de este conflicto. Esperamos no redundar en hechos y curiosidades genéricas, pero sí que permitan reflexionar sobre la naturaleza de la guerra y su idealización, en especial frente a la primera guerra total de la historia, que tantas víctimas dejó a la humanidad.
La Guerra Total. La brutalización de la guerra.
Las cifras desmesuradas

La gran cantidad de muertos y carne descompuesta contribuyó a atraer un gran número de ratas y plagas asociadas que propagaban enfermedades. Incluso, hay relatos sobre heridos, tanto en las trincheras como en la tierra de nadie, que eran devorados en vida por las ratas.
Ya a más de un siglo del fin de esta guerra, en los sitios claves de encarnizadas batallas, como Verdún, Somme e Ypres, abundan aún restos de los soldados fallecidos, lo cuales son descubiertos por la actividad agrícola para luego ser depositados con todos los respetos en diferentes osarios predispuestos para su trato fúnebre. Estos lugares son conocidos como la Zona Roja.
En primera línea de fuego, durante la noche en las trincheras, podías oír los gemidos de los moribundos, pero no podías salir a ayudarles. Había ratas alimentándose de su carne. Agonizaban allí, muriendo entre la miseria y el dolor, y las ratas continuaban masticando su carne […]
Cecil Withers. Soldado británico.-
Las trincheras de la muerte
La Gran Guerra fue un conflicto que se desarrolló, dentro de otras formas, como una guerra de trincheras o guerra de posición en la que básicamente los ejércitos mantienen una línea estática de fortificaciones cavadas en el suelo. Aunque esta forma de hacer la guerra se venía presentando en conflitos anteriores al Siglo XX, alcanzó su mayor nivel de brutalidad y mortalidad en el Frente Occidental de la Primera Guerra Mundial.
Las trincheras de la Gran Guerra se reconocen como sitios desolados, húmedos, fétidos inhumanos, los cuales eran el hogar de cientos de valerosos hombres. Tal visión es mostrada por el Imperial War Museum en su recreación de la vida en las trincheras, donde una vez el visitante se acerca logra sentir la fetidez y olor de la carne podrida que caracterizaba estos sitios de muerte. Solo los que tienen el estómago fuerte y quizás curioso se atreven a entrar, los que no, siguen su paseo por el museo.
Beersheba y el cigarrillo “mortal” que hizo perder una batalla en la Gran Guerra.

Durante la Gran guerra, el hedor de las trincheras era característico de carne podrida, el cual se sentía mucho antes de llegar al frente. Este olor era el producto de los miles de cuerpos de soldados y animales fallecidos en el campo por los tiros y cargas de artillería que esparcían sus restos por todo el frente, mezclándose con la tierra y que muchas veces actuaron como metralla, hiriendo a muchos soldados más.
Frank Hurley. El fotógrafo de las entrañas de la muerte.
La gran cantidad de muertos y carne descompuesta contribuyó a atraer un gran número de ratas y plagas asociadas que propagaban enfermedades. Incluso hay relatos sobre heridos, tanto en las trincheras como en la tierra de nadie, quienes eran devorados en vida pro las ratas.
La masacre en estos sitos de muerte fue tal que el mismo olor impregnaba las pertenencias de los soldados, así como las cartas que enviaban a sus familiares. También ya casi a un siglo del fin de esta guerra, en los sitios claves de encarnizadas batallas, como Verdún, Somme e Ypres abundan restos de los soldados fallecidos, lo cuales son descubiertos por la actividad agricola y que luego son depositados con todos los respetos en diferentes osarios predispuestos para su trato fúnebre.
Mata Hari, la espía seductora.
Los Animales: los héroes olvidados.
La Gran Guerra cambió la forma en la que el ser humano venía combatiendo. Nunca antes el hombre había visto tal potencia de fuego, tal capacidad de destrucción, esto -sumado a la guerra de trincheras, los bombardeos aéreos y los frentes masivos- hicieron de esta guerra un infierno en la tierra. En ese contexto y de hecho, desde que surge la escritura y con ella la historia, e incluso yendo más atrás en lo eones de la prehistoria humana, lo animales se han visto combatiendo junto al ser humano.

En un momento en que el avance de los tanques y vehículos blindados se alternaba con las cargas de caballerías y carros tirados por mulas, así como se enviaban mensajes telegráficos mientras se empleaban palomas y perros mensajeros en el fuero de la batalla, los animales cumplieron su objetivo como lo han hecho desde tiempos inmemorables.
Naturalmente, en la Gran Guerra los animales fueron usados como bestias de tiro y carga, pero no solo fueron los caballos, cualquiera servía, desde renos, pasando por camellos, hasta elefantes. Los pequeños, como perros y gatos ayudaron a salvar muchas vidas como portadores de mochilas médicas, como animales de carga de pequeñas carretas o mensajeros jugándose su vida de trinchera en trinchera e incluso haciendo la vida un poco más llevadera frente al horror de la guerra.
Las causas de la Gran Guerra (1914-1918) Parte I: “rivalidades que matan”
No hay que olvidar el importantísimo papel de las palomas mensajeras, quienes iban de aquí allá con vitalísimos mensajes que podían cambiar el curso de la guerra. Sin hablar de los caballos -cuyas cifras de fallecidos redondean a los 780 mil- en cuya guerra moderna, como en un cuento de fantasía, galopaban heroicamente lado a lado con los tanques frente a las andanadas y ametralladoras.
Sin duda alguna, el ser humano ha contraído una deuda con los animales que nunca podremos (ni sabremos) pagar. Sin embargo, los británicos han tenido el espléndido detalle de levantar un monumento en Londres a todos los animales caídos en las guerras. También, desde 1943, se estableció la condecoración conocida como la Medalla Dickin, otorgada a animales por sus acciones heroicas en época de conflictos bélicos. Es considerada un equivalente a la Cruz Victoria que se les entrega a los militares que forman parte de las Fuerzas Armadas de la Commonwealth. Desde su establecimiento hasta el día de hoy, tan sólo sesenta y tres animales han sido condecorados con esta medalla, treinta y dos pertenecen a las palomas.

Palomas mensajeras en la Primera Guerra Mundial
El papel fundamental de las Mujeres

Muchas veces, las mujeres son relegadas del campo de la Gran Guerra y otros conflictos, situándose fuera de un papel fundamental, pero esta visión es totalmente ajena a la realidad. Las mujeres no solo tuvieron la tarea de cuidar el hogar, educar a los hijos y a sus mayores, pues también asumieron las riendas de la sociedad. Trabajaron en el sector de los servicios, fábricas e industrias y también, en los hospitales atendiendo a los heridos.
Sus roles varían mucho dentro de la sociedad tradicional de principios del Siglo XX, fueron conductoras de transporte, fabricaron armamentos y cosecharon el campo. La guerra les permitió tener una mayor movilidad entre los estereotipos de la época, pero ya una vez finalizada se intentó que volvieran a sus labores tradicionales, pero fue imposible.
También es importante resaltar que hubo mujeres portando el uniforme, como Flora Sandes, una británica que por las vicisitudes del destino sirvió como oficial del Ejército Serbio, fue ascendida a teniente y al finalizar la guerra a capitán. Durante la guerra llegó a ser herida en combate por una granada en combate a cuerpo a cuerpo, pero sobrevivió y fue condecorada con la mención más alta del Ejército serbio, la Orden de la Estrella de Karađorđe.
Tampoco olvidemos a Loretta Perfectus Walsh, la primera mujer estadounidense en alistarse en la Marina de los Estados Unidos, siendo el primer suboficial de esta rama, lo que ayudó a que las mujeres tuvieran los mismos beneficios que los hombres en la Marina.
Una última figura es Mikhailovna Shakhovskaya, la primera mujer en convertirse en piloto militar. Formó parte del equipo de otro pionero de la aviación rusa, Vsevolod Abramovich, y realizó varios vuelos de misiones de reconocimiento para el Zar en 1914.
Biblias y balas.

Resulta curioso que durante la Gran guerra, en Gran Bretaña, las biblias de bolsillo se agotaron, puesto que las madres y esposas las enviaban a sus hijos y maridos en el frente esperando un milagro para que volvieran sanos a casa. El historiador Jesús Hernández resalta que muchos soldados creían que habían esquivado la muerte llevando en el bolsillo la biblia, protegiendo su corazón.
Se conocen dos casos en los que la biblia detuvo efectivamente una bala, del que más se posee información es el caso de Leonard Knight, un soldado de 17 años que escapó a la muerte después de que una bala impactó una biblia que llevaba en su bolsillo. La biblia se la había obsequiado su tía Minnie Yates con un mensaje “Para Leonard Con amor, tía Minnie. Julio de 1915”. El texto pasó de generación en generación y hoy la posee Paula Ryan y su hija Claire, de 60 años.
Sin embargo, la cantidad de biblias debió de ser enorme para detener las balas, pues en la Gran Guerra se fabricaron aproximadamente 100 mil millones de balas, cuya producción estuvo en manos de las mujeres. A estas mujeres se les llamó “canarias”, por su particular color amarillento producto del contacto con TNT o trinitrotolueno, químicos utilizados para rellenar proyectiles. El contacto prolongado con estos químicos generaba manchas amarillas, problemas respiratorios y de fertilidad.
Palabras finales
Estos cinco hechos solo muestran una pequeña fracción del sin gran número de historias que trae consigo la Primera Guerra Mundial. No obstante, como se resaltó en un principio, buscamos generar una reflexión frente a esta confrontación, trayendo detrás un trato más humano y común frente a la conmemoración del centenario de su terminación.
Como dato agregado, les dejamos un fragmento del poema, quizás el más popular sobre esta guerra, In Flanders Fields o En los campos de Flandes. Fue escrito por el teniente coronel médico John McCrae durante la Segunda Batalla de Ypres, donde murió su amigo y antiguo alumno Alexis Helmer. Esta experiencia le inspiró el impresionante escrito:

Primera Guerra Mundial: Causas y alianzas.
Bibliografía
- Eslava, J. (2014). La primera Guerra Mundial contada por escépticos. Planeta.
- Galan, J. E. (s.f.). Imprescindibles hechos históricos. Obtenido de ElMundo: https://www.elmundo.es/especiales/primera-guerra-mundial/imprescindibles/hechos-insolitos.html
- Hernadez, J., Nadales, J., & Viciosa, M. (s.f.). ElMundo. Obtenido de ImrpescindiblesDetalles y curiosidades. La Guerra al Detalle: https://www.elmundo.es/especiales/primera-guerra-mundial/imprescindibles/detalles-y-curiosidades.html
- Hobsbawm, E. (1998). Historia del siglo xx. Buenos aires: Critica.
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Artículo escrito por:
Licenciado en Ciencias Sociales, docente de Historia en la educación básica primaria y secundaria, y educación media en Colombia. Jefe editor y redactor en Un Siglo en Guerra.
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