Frank Hurley. El fotógrafo de las entrañas de la muerte.

En medio del caos de las dos guerras mundiales cruzaba un loco dispuesto a encontrar el momento perfecto. No le importaba las balas, las bombas, los tanques, la sangre, el humo o la vida; lo realmente indispensable era lograr fotografiar las entrañas de La Muerte. Cada día era un hito para la historia que Frank Hurley[1] guardaba a luz y sombra en la memoria más sombría de la humanidad.
Hurley fue un australiano, quien vivió el contexto colonialista y bélico de la primera mitad del siglo XX (Thomas, 1990), lo que provocó que participara como fotógrafo en: Ocupaciones británicas en Palestina en 1917 (para luego retornar en los años cuarenta); procesos coloniales en Papúa, Nueva Guinea[2] durante los años veinte, donde realizó documentales y películas de ficción; expediciones de la Antártida[3]; y las profundidades de la Primera y Segunda Guerra Mundial, en especial la primera en la zona de Ypres (Bélgica), como capitán honorario, y la icónica Batalla del Somme con las tropas británicas[4].
En consecuencia, el frío extremo, el calor hostil y la constante sangre de la guerra lo forjaron como un fotógrafo de espacios peligrosos donde la vida siempre está en constante riesgo. Esto en su época le dio una gran fama y admiración internacional, al tiempo que evidenció aquella valentía que lo caracterizó toda su vida.
Por otra parte, estos proyectos fotográficos reflejan la forma de usar el fotorreportaje en aquel contexto atestado de conflictos bélicos y conquistas, principalmente en las guerras mundiales. Estas generaron imágenes que permiten analizar las dinámicas sociales, culturales y militares de sus participantes. En consecuencia, apuntan a un simbolismo que pretende ser directo y explicativo para el lector, dándole insumos para que, de alguna forma, se adentre también al contexto.
De esta manera se encuentran fotos que permiten entender la cotidianidad militar fuera de batalla, como, por ejemplo, el transporte de pasarelas de madera para poder levantar las trincheras, los descansos hacinados de juegos y risas, las conversaciones antes o después de las batallas, las largas y extenuantes caminatas. También se encuentran imágenes que muestran la acción en batalla, donde preponderan las explosiones, los cañones apuntando o disparando y las trincheras llenas de soldados en vigilia.

En cada uno de estos contextos, Hurley apuntó al sentido de trabajo grupal, dándoles a los militares un sentido de unidad y fortaleza a pesar del ambiente hostil y árido que los rodea, con el propósito de transmitir optimismo, control y sentimiento de victoria, a partir de encuadres amables, amigables para el lector (Camarero y Visa, 2013); al tiempo que reflejó lo épico de las batallas en contaste fuego y barro. Todo esto en compañía de las ruinas, siendo escenario de contrastes y heroísmo, y claramente, de una guerra mundial viva, constante.
Este simbolismo fue incentivado por la prensa y las naciones de la época, con un fin principalmente nacionalista. Los atributos de calma, alegría, serenidad y unidad permitieron alivianar las tensiones sociales y políticas que surgieron por la guerra. Por lo tanto, las imágenes tomaron una carga informativa relevante para los bandos gracias a fotógrafos Hurley, quienes fueron enviados al campo de batalla con propósitos políticos e informativos; como, por ejemplo, Ernest Brooks, John Warwick Brooke, Hubert Wilkins, Lewis Hine, entre otros.

Esto dio como resultado un condicionamiento de los contenidos de las imágenes dado por la presión de un contexto divido en bandos, el difícil acceso a fuentes confiables, las carencias de libertad de prensa y los problemas económicos vividos por el conflicto (Sánchez, 1993). Además, para la época, según Camarero y Visa, 2013, “las noticias ilustradas y los conflictos bélicos ocupaban cada vez más espacio en semanarios y revistas, modificando el diseño y la apariencia en las páginas, con imágenes que llenaban portadas y reportajes” (p.92). En consecuencia, era indispensable el contenido y el encuadre del momento, ya que se fueron puntos centrales de las noticias periodísticas y gubernamentales, lo que implicó unas reglas fijas dadas por los medios de comunicación del momento. Asunto que afectó el trabajo de Frank.

Además, algunas de las fotografías fueron manipuladas, con el fin de alienar al lector y dar ventaja informativa en zonas de relativa calma, de tal manera que fueran una explicación definitiva de todo lo que acontece en batalla, lo que provocó la carencia de profundidad y la reducción, la trasgresión y la legitimidad de la información (Cancio, 2013). Esto puede observarse en la imagen “Trincheras”, la cual resultó “ser una composición múltiple a partir de doce negativos diferentes, merced a su nueva técnica de impresión por combinación” (Cancio, 2013, p.30); es decir, Frank sobrepuso diferentes capas de realidad, como la zona de trincheras, las explosiones y los aviones en la foto para así lograr una mayor impacto visual, dando a conocer lo épico del momento, el heroísmo de las trincheras, la unidad militar y el orden en el campo de batalla.
Sin embargo, pese a los debates de la carga simbólica y la veracidad informativa de las imágenes, Hurley no excluyó su estilo artístico en su trabajo, caracterizado por cielos dramáticos, amplios e imponentes (ver imagen 5) para mejorar el ánimo, la belleza y el propósito de sus fotos, y fortalecer la intencionalidad hacia el lector (Thompson, 1999). Esto también demuestra que él quería cargar sus imágenes, no solamente de información sobre la guerra, sino además de estética artística que permitiera ser más llamativa la composición, dándole el poder suficiente para impactar aún más, al tiempo que intentaba salir de los propósitos militares y políticos (Thomas, 1990).
Para concluir, el trabajo fotográfico de Hurley durante la Gran Guerra fue una mezcolanza entre los intereses periodísticos, militares y políticos con el estilo visual de la primera mitad del siglo XX y propio. Además, se encuentran constantemente la cotidianidad, el heroísmo y el trabajo en equipo de las zonas de batallas como eje central de los encuadres, composición y edición, siempre acompañados de ruinas, explosiones, trincheras y cielos imponentes, llenos de luz y esperanza a pesar del caos y la muerte.
Esto más sus proyectos fotográficos posguerra en Australia lo convirtieron en unos fotógrafos más icónicos de su país natal. Gracias a su trabajo es posible adentrarse no solamente en las entrañas de La Muerte, también en los rincones más helados del planeta, las poblaciones más remotas de su época, la cotidianidad de Australia.

Bibliografía
- Camarero, E. y Visa, M. (2013). Fotoperiodismo y reporterismo durante la I Guerra Mundial. La Batalla del Somme (1916) a través de las fotografías del diario ABC. Historia y Comunicación Social 18, 87-108.
- Cancio, R. (2013). Fotoperiodismo en guerra: Simbolismo y facticidad. Revista Ejército (872), 26-31.
- Sánchez, J. (1993), Las dificultades de informar en tiempos de guerra. La prensa española durante la I Guerra Mundial. Communication and Society/Comunicación y Sociedad VI (1 y 2), 173-187.
- Thomas, J. (1990). Show Man: The Photography of Frank Hurley. Australia: National Library of Australia.
- Thompson, J. (1999). Hurley’s Australia: Myth, Dream, Reality. Australia: National Library of Australia.
[1] También fue conocido como James Francis Hurley. Nació en Sídney, Australia, en 1885 y murió en Sídney en 1962.
[2] El resultado de este trabajo fue “The Jungle Woman” y “Pearls and Savages”.
[3] El resultado de este trabajo fue la participación en libro “The Home of the Blizzard” de Sir Douglas Mawson.
[4] Según Emma Camarero y Mariona Visa (2013): La batalla del Somme fue librada entre el 1 de julio de 1916 y finales de noviembre del mismo año, en las orillas del río Somme, en el norte de Francia. Fue la batalla más dura y más sangrienta de las libradas durante la Gran Guerra, con más de un millón de bajas entre los dos bandos. (p. 88)
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Ingeniero de sistemas y diseñador de software, fundador, administrador, director y redactor de Un Siglo en Guerra. Apasionado por la lectura, la historia y los conflictos del Siglo XX

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