El Radar. Dispositivo de detección por ondas electromagnéticas.
El Radar (radio detection and ranging, “detección y medición de distancias por radio”) es un dispositivo de detección que funciona por medio de ondas electromagnéticas, las cuales son usadas para medir la distancia, altitud y velocidad de vehículos u objetos. Su funcionamiento consiste en la emisión de un pulso electromagnético que se refleja en un determinado objeto hacia el emisor.
Aunque su aplicación se remonta a los primero albores del conflicto del Siglo XX, su aplicación actual recorre diferentes prácticas, tales como: meteorología, tráfico aéreo o terrestre y obviamente, en el campo militar.
Espejos sonoros
Los espejos sonoros fueron una serie de sistema utilizados principalmente en el primer cuarto del Siglo XX, especialmente en el Reino Unido. Básicamente era un dispositivo de escucha que captaba las hondas sonoras de los objetos con el objetivo de identificar su posición. Durante la Gran Guerra llegó a tener un alcance de 25 km, lo que le daba a ciudades como Londres alrededor de media hora para preparar una adecuada defensa.
Esto fue cambiando a medida que la velocidad media de los aviones fue aumentando, de cerca de unos 200km/h a 500-600 km/h en los años treinta. También existían versiones portátiles y en conjunto con las establecidas, podían localizar algunos movimientos enemigos, alertando las defensas antiaéreas como focos y cañones.
Finalizando los años treinta, el sistema quedó obsoleto frente a la detección electrónicos; sin embargo, siguió implementándose como medio para distraer a los enemigos.

Camuflaje activo en aplicaciones militares
Sus inicios
A menudo, en el común, se suele discutir sobre ¿Quién inventó qué? trayendo consigo una disputa llena de “filias” y patriotismos que no permiten entender por completo el panorama. Dejando atrás estas discusiones, dice Rebolo (s,f) la idea se puede llevar hasta los padres del electromagnetismo, James Clerk Maxwell (1831-1879) y Heinrich Rudolf Hertz (1857-1894), quienes, a mediados del Siglo XIX, reconocieron que se podía detectar un objeto por la perturbación en las ondas electromagnéticos.

La idea de que se podían detectar estas perturbaciones o bien reconocer que las ondas electromagnéticas se reflejaban en superficies metálicas, llevó a Christian Hülsmeyer a desarrollar el Telemobiloskop: un sistema capaz de alertar y evitar colisiones entre barcos. La patente del aparato se firmó en mayo de 1904.

En una de las pruebas del Research Laboratory, un barco pasó entre la señal que se daba ente emisor y receptor, interrumpiéndola. Así mismo, en 1930 el laboratorio realizaba pruebas de ajuste en algunas antenas y espontáneamente detectó un avión en vuelo, lo mismo les pasó a algunos ingenieros de correos en Gran Bretaña (Rebolo, s,f)

Estos fenómenos pasaron desapercibidos hasta que en 1935 Robert Watson-Watt (1882-1973) en conjunto con Arnold Wilkins (1907-1985), quienes trabajaban para el Gobierno Británico, realizaron una serie de pruebas en las que fueron capaces de detectar un avión por medio estación emisora de la BBC. Esto convenció al Gobierno de que desarrollará un sistema de alerta y localización.

Desconocido – Joubert de la Ferté, Philip [1955]. The Third Service. London: Thames and Hudson. Plate 18. Izquierda:
Alchetron Arnold Wilkins – Alchetron, The Free Social Encyclopedia
Su formulación
El desarrollo propio de la radar actual empezó en 1935 en Gran Bretaña, en un principio se le denominó RDF (Radio Direction Finding), un sistema basado en la emisión continua de ondas con el fin de detectar objetos. Sin embargo, tuvo un problema, la potencia era muy baja y aunque podía obtener información del objeto, era muy difícil saber su velocidad o distancia.

A raíz de esta dificultad, se empezó a trabajar en un radar de pulso, el cual concentraba su energía en cortos periodos de tiempo, aumentando la energía electromagnética y su alcance. Antes se necesitaron de dos estaciones para un óptimo funcionamiento – emisor y receptor-, pero con el radar de pulso, una estación podía hacer de ambas, transmitía, y en la “pausa”, podía recibir la información de su eco, como velocidad y distancia.
El resultado fue un instrumento superior, uno que ya había desarrolló la naturaleza hace millones de años, por ejemplo en los murciélagos, pero en vez de ondas sonoras, se usaron ondas electromagnéticas.
La II Guerra Mundial
En 1939 Gran Bretaña había desplegado varias estaciones de radar a lo largo de su costa oriental, a estas se les llamó la Chain Home (CH). Estaban conformadas por unas antenas ubicadas en una torre de más o menos 100 metros que servían de emisor y receptor.
La Chain Home actuó exitosamente durante la Batalla de Inglaterra, desvelando las posiciones enemigas y guiando a los cazas británicos para interceptar los aviones alemanes. Las torres enviaban la información a la Sala de Filtrado, la cual era un centro de operaciones lleno de instrumentos y mapas, en el que los operadores interpretaban la información y coordinaban la correcta defensa de la isla.

Los alemanes también desarrollaron su propio proyecto e incluso llegaron a desarrollar equipos muy superiores, pero lo usaron como elemento defensivo y no ofensivo (como si lo hicieron lo aliados con el caza nocturno o los mecanismos de localización de U-Boote), lo cual les dio una abierta desventaja en la guerra. Alemania dependió de tres sistemas de detección por radar:
- -Seetakt: Radar naval diseñado para reconocer obstáculos y blancos
- -Freya: Radar de pulsos móvil, similar a la CH.
- -Wuerzerburg: radar de pulsos con posibilidad de apunte.

Tanto los aliados como el Eje tuvieron dificultades a la hora del desarrollo del Radar, pero estas fueron corregidas a lo largo de la contienda. Uno de los principales problemas fue diferencia blancos enemigos y amigos. Lo cual trajo consigo el desarrollo del IFF (Identification, Friend or Foe). Osciló entre sistemas que emitían un pulso de alta intensidad que debía ser respondido de una determinada forma (en el caso de un vehículo amigo) y también en el trato de ecos en un osciloscopio (instrumento de visualización electrónico para la representación gráfica) y la presentación de blancos analizados en un mapa.
El salto
En 1940, Gran Bretaña desarrolló el Magnetrón de cavidad resonante que permitió desarrollar radares aerotransportados, un salto sin precedentes e inigualable en el desarrollo del Radar. Este multiplicó la capacidad de generación por microondas por un factor de por mil. Fue el fruto de colaboración entre Estados Unidos y Gran Bretaña.

Aceleradores de baja energía.
El temor de que cayera en manos enemigas fue tanto que el Mando Aliado no permitió vuelos de aviones con este instrumento en territorios ocupados por Alemania, ya que podría crear su propio aparato con ingeniería inversa. Esto pasó en 1943, cuando un avión aliado cayó en Rotterdam y fue recuperado por los alemanes, no obstante no pudieron ni tuvieron la capacidad de desarrollarlo.
Este salto cambió totalmente las acciones de la guerra e incluso aun es corazón de los sistemas actuales de radar.

Canadian Forces.
Una de las causas por las que surgieron los radares aerotransportados, fue que en las incursiones nocturnas sobre Alemania, las bombas aliadas erraban el blanco varios kilómetros. Por esta razón, se adoptaron radares a aviones exploradores que identificaban el suelo enemigo, obteniendo una mayor precisión a la hora de atacar los objetivos.
También se adaptó en “cazas y bombarderos navales”, ya que era necesario un avión capaz de identificar submarinos alemanes, cuya acción contribuyó notablemente a la Campaña del Atlántico.
Tanque pesado que dispara armamento nuclear, 2A3 Kondensator 2P
Contramedidas electrónicas
El radar inició la guerra electrónica, por lo cual se buscó disminuir o detener las capacidades del nuevo instrumento; una forma de hacer esto, fue saturar los radares enemigos con frecuencias de mayor intensidad y creando falsos ecos, otra fue lanzar grandes cantidades de papel metálico, lo que ahora se conoce como Chaffs (parecidos a las bengalas) para que reflejaran los pulsos electromagnéticos. Tanto Aliados como el Eje recurrieron a estas medidas, aunque no las usaron ampliamente, irónicamente pensando que podían caer en manos enemigas.

Impacto
El radar abrió el campo de acción de la Guerra Electrónica y sin duda, dice Rebolo (s,f), fue el actor principal de la guerra, contribuyendo enormememente a la victoria aliada e impactó aun más que los aviones a reacción y las bombas dirigidas.

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Fuentes Consultadas
- Beevor, A. (2012). La Segunda Guerra Mundial. Barcelona: Pasado y Presente.
- Rebolo, R. (s,f). Radar El ojo en la noche. La II Guerra Mundial como nunca se la habían contado., 34-37.
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Artículo escrito por:
Licenciado en Ciencias Sociales, docente de Historia en la educación básica primaria y secundaria, y educación media en Colombia. Jefe editor y redactor en Un Siglo en Guerra.
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